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El Kuraca.

Todos Tenemos una Historia que Contar.

El Viaje Soñado

15 marzo
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Los orígenes del Cusco se pierden en la noche de los tiempos. Excavaciones arqueológicas nos hacen saber que el valle cusqueño (salvo su fondo, entonces pantanoso) ya estaba habitado por pobladores primitivos hace cerca de tres milenios, se tiene información documentada de las culturas de Chanapata y Marcavalle, sus construcciones incluso sirvieron como base para los templos inkas como el Qoricancha o Templo del Sol.

Hay mucha leyendas sobre el origen del Tawantinsuyo, una de ellas cuenta que hacia el siglo XII, emergieron de las aguas del lago Titicaca, Manco Cápac y su hermana y esposa Mama Ocllo, semidioses e hijos del padre Inti (el dios Sol), con la misión de fundar un nuevo reino que mejorara las condiciones de vida de los pueblos.

Manco Cápac y Mama Ocllo tendrían que caminar hasta encontrar un lugar en la tierra en donde se hundiera el gran cetro de oro que portaba Manco Cápac, caminaron al norte y llegaron hasta Pacárec Tampu (Pacaritambo) en donde descansaron en una pequeña cueva; al amanecer continuaron hacia el norte hasta llegar al cerro Huanacaure y allí se hundió el cetro, y fundó la ciudad de Cusco (voz quechua: el ombligo del mundo).

Lo cierto es que las culturas del Altiplano como Wari y Tiahuanaco tuvieron gran influencia en la Cultura Inka, los primeros pobladores formaron el Hanan Cusco con tecnología agrícola y arquitectura mas desarrollada. Habitantes de otras comarcas enterados de los sucesos se plegaron, y así se inició el Tahuantisuyo, el gran imperio de los Incas, cuyos límites, tras 14 sucesores de linaje real, llegaron hasta Colombia por el norte, y el norte de Chile y Argentina por el sur; como capital alcanzó su máximo esplendor la ciudad de Cusco.

De los primeros Incas se sabe poco más que nombres y leyendas siendo llamados Inkas Míticos, más información nos ha quedado a partir de Pachacútec (El que remueve la tierra) (1448-1471), el gran conquistador, quien además transformó Cusco, reconstruyéndolo, la mayoría de los monumentos aqueológicos que hoy conocemos en el Cusco fueron obra suya; su hijo Tupac Llupanki fué un gran conquistador, su nieto Waynacapac le dio esplendor al imperio, sus bisnietos Huáscar y Atahuallpa, se enfrascaron en luchas internas hasta la llegada de los españoles y ocuparon la ciudad en 1533, gracias al apoyo de los pueblos dominados por los Inkas, que vieron en los españoles sus libertadores, siendo finalmente sometidos también por la corona española.

En esta época Cusco era una ciudad de admirable arquitectura en piedra con amplias plazas, grandes templos y palacios decorados con abundantes piezas de oro. Muchas de estas colosales construcciones han quedado para la eternidad.

 

El Cusco español tiene como base los cimientos de las murallas incaicas y el trazo de sus calles, se edificaron numerosos edificios, iglesias, y se fundó una floreciente escuela de arte (siglo XVII - XVIII), representada por numerosos pintores y artífices (pinturas de la Escuela Cusqueña, púlpito de San Blas, custodia de la Catedral y de la Iglesia La Merced. etc.). La fusión cultural andino hispano, ha determinado características muy especiales en su arquitectura y población, ciudad de incomparable belleza en el mundo,la cual conserva con orgullo sus costumbres y tradiciones, a la vez que se incorpora progresivamente a la modernidad.

 

A esto se añade el privilegiado escenario geográfico, de hermosos paisajes, en la que se ha desarrollado. Cusco es el destino turístico más visitado del Perú, y la riqueza de atractivos en la ciudad y sus alrededores, así como la Ciudad Perdida de los Incas, MachuPicchu, la convierten en uno de los principales atractivos turísticos del mundo, y le ofrecen una excelente calidad de servicios turísticos.